Infecciones de
transmisión sexual
Las (ITS), también
conocidas como enfermedades de
transmisión sexual
(ETS), antes enfermedades venéreas son un conjunto de afecciones clínicas infectocontagiosas que se transmiten de persona a persona por medio de contacto sexual que se produce, casi exclusivamente, durante las relaciones sexuales, incluido el sexo vaginal, el sexo anal y el sexo oral. Sin embargo, pueden transmitirse también por uso de jeringuillas contaminadas o por contacto con la sangre, y algunas de ellas pueden transmitirse durante el embarazo, es decir, de la madre al hijo.
(ETS), antes enfermedades venéreas son un conjunto de afecciones clínicas infectocontagiosas que se transmiten de persona a persona por medio de contacto sexual que se produce, casi exclusivamente, durante las relaciones sexuales, incluido el sexo vaginal, el sexo anal y el sexo oral. Sin embargo, pueden transmitirse también por uso de jeringuillas contaminadas o por contacto con la sangre, y algunas de ellas pueden transmitirse durante el embarazo, es decir, de la madre al hijo.
La
mayor parte de las enfermedades de transmisión sexual son causadas por dos
tipos de gérmenes: bacterias y virus, pero algunas también son causadas por hongos y protozoarios.
Para
evitar el contagio de ETS, es fundamental conocer su existencia, practicar sexo seguro, utilizar métodos
anticonceptivos que
protejan del contagio (preservativo o condón) y conocer sus síntomas, para
solicitar cuanto antes tratamiento sanitario. También es imprescindible evitar
compartir jeringuillas (para el consumo de sustancias adictivas,
por ejemplo).
Las
tasas de incidencia de las ITS siguen siendo altas en la mayor parte del mundo,
a pesar de los avances de diagnóstico y terapéuticos que pueden rápidamente
hacer que los pacientes con muchas ITS se vuelvan no contagiosos y curar a la
mayoría. En muchas culturas, las costumbres sexuales cambiantes y el uso del anticonceptivo
oral han eliminado las
restricciones sexuales tradicionales, especialmente para las mujeres y, sin
embargo, tanto los profesionales de la salud como los pacientes tienen
dificultades para tratar abierta y sinceramente los problemas sexuales.
Adicionalmente, la difusión mundial de bacterias drogorresistentes (ej., gonococos resistentes
a la penicilina) refleja el
uso erróneo de antibióticos y la extensión de copias resistentes
en las poblaciones móviles. El efecto de los viajes se hace más evidente con la
difusión rápida del virus del sida (HIV-1) de África a Europa y al continente
americano a finales de la década de 1970.
Las prevalencias de ITS observadas con frecuencia en
las adolescentes sexualmente activas tanto con síntomas del tracto genital
bajo como sin ellos incluyen Chlamydia
trachomatis (10-25%), gonorreas de Neisseria (3-18%), sífilis (0-3%), Trichomonas
vaginalis (8-16%),
y el virus
del herpes simple (2-12%).
Entre muchachos adolescentes sin síntomas de uretritis, las tasas aisladas incluyen C. trachomatis (9-11%) y gonorreas de N. (2-3%).
En
1996, la OMS estimaba
que más de 1 millón de personas se infectaban diariamente. Cerca del 60 por
ciento de estas infecciones ocurren entre menores de 25 años, y el 30 por
ciento de éstos tienen menos de 20 años. Entre los 14 y los 19 años de edad,
las ITS ocurren con más frecuencia en muchachas que muchachos en una proporción
casi de 2:1; esto se iguala en ambos sexos hacia los 20 años. Se estima que 340
millones de nuevos casos de sífilis, gonorrea,Chlamydia y
de tricomoniasis se dieron en el mundo entero en 1999.
Prevención
Los preservativos
Los preservativos o condones proporcionan protección cuando se utilizan correctamente como
barrera desde/hacia el área que cubren. Las áreas descubiertas todavía son
susceptibles a muchas ETS. En el caso del VIH, las rutas de transmisión sexual
implican casi siempre el pene, puesto que el VIH no puede esparcirse a través
de la piel intacta; así, al proteger el pene de la vagina o del ano con un
condón usado correctamente, se impide con eficacia su transmisión. Un líquido
infectado en una piel rota que llevase a la transmisión directa del VIH no
sería considerado “transmitido sexualmente”, pero puede ocurrir teóricamente
durante el contacto sexual; esto puede evitarse simplemente dejando de tener
contactos sexuales cuando se tiene una herida abierta. Otras ITS, incluso
infecciones virales, se pueden prevenir con el uso de los condones de látex como barrera.
Los condones están diseñados, probados y
manufacturados para no fallar nunca si se usan apropiadamente. El condón nunca
es un cien por ciento seguro.
El uso apropiado exige:
·
No poner el condón demasiado firme en el extremo, dejando 1,5 cm en la
extremidad para la eyaculación. Si se
coloca el condón muy apretado, es posible que falle.
·
Usar un condón nuevo para cada encuentro sexual.
·
No usar un condón demasiado flojo, pues puede hacer fracasar la barrera.
·
No voltear el condón después de haber terminado, aunque no haya habido eyaculación.
·
No usar condones elaborados con sustancias diferentes al látex y el poliuretano, pues no
protegen contra el VIH.
·
Evitar dejar el condón en el calor porque pueden desgastarse.
·
Evitar el uso de lubricantes basados en aceite (o cualquier cosa que
contenga aceite) con los condones de látex, ya que el aceite puede hacer que se
rompan.
·
Evitar el uso de doble condón, pues la fricción entre ambos puede hacer que
se rompan.
Prevención
Pruebas para diagnóstico
de ITS
Las pruebas para diagnóstico de ITS pueden
aplicarse para buscar una sola de estas infecciones o bien incluir varias
pruebas individuales para una amplia gama de ellas, entre ellas las pruebas
para sífilis, gonorrea, chlamydia, hepatitis y las pruebas de VIH. Sin
embargo, no existe ningún procedimiento que pueda aplicarse para detectar la
presencia de absolutamente todos los agentes infecciosos, así que es importante
saber para cuál de las diferentes ITS sirve cada una de las pruebas.
Gonorrea
La gonorrea es una de las infecciones de
transmisión sexual (ITS) más frecuentes. La causante es la bacteria Neisseria gonorrhoeae, que puede crecer y
multiplicarse fácilmente en áreas húmedas y tibias del aparato
reproductivo, incluidos el cuello uterino (la abertura de la matriz), el útero (matriz) y las trompas
de Falopio (también llamadas oviductos) en la mujer, y en la uretra (conducto urinario) en la mujer y en el hombre. Esta bacteria también puede
crecer en la boca, en la garganta, en los ojos y en el ano.
Síntomas
En la mujer:
·
secreción vaginal inusual
·
sangrado vaginal inusual
·
dolor en la parte inferior del abdomen
La mujer infectada puede no tener síntomas
o presentar ligeras molestias al orinar o flujo.
En el hombre:
·
dolor al orinar
·
secreción uretral purulenta
En el varón transcurren dos a tres días
después del contacto sexual antes de que se presenten los síntomas (dolor al
orinar, pues sale por la uretra). La gonorrea y la infección por clamidia
pueden ocasionar esterilidad cuando no se aplica el tratamiento.
La gonorrea predomina sobre la sífilis y
no es menos importante que esta.
Sífilis
Es una infección de transmisión sexual
ocasionada por la bacteria Treponema
pallidum, microorganismo que necesita un ambiente tibio y húmedo para sobrevivir,
por ejemplo, en las membranas mucosas de los genitales, la boca y el ano. Se transmite cuando se entra en
contacto con las heridas abiertas de una persona infectada. Esta enfermedad
tiene varias etapas: la primaria, secundaria, la latente y la terciaria
(tardía). En la etapa secundaria es posible contagiarse al tener contacto con
la piel de alguien que tiene una erupción
cutánea en la piel causada por la sífilis.
Síntomas
Si no es tratada a tiempo la enfermedad
atraviesa cuatro etapas:
·
Etapa primaria: el primer síntoma es una llaga en la parte del cuerpo que
entró en contacto con la bacteria. Estos síntomas son difíciles de detectar
porque por lo general no causan dolor, y en ocasiones ocurren en el interior del
cuerpo. Una persona que no ha sido tratada puede infectar a otras durante esta
etapa.
·
Etapa secundaria: surge alrededor de tres a seis semanas después de que
aparece la llaga. Aparecerá una erupción en todo el cuerpo, en las palmas de
las manos, en las plantas de los pies o en alguna otra zona. Otros síntomas
posibles son: fiebre leve, inflamación de los ganglios
linfáticos y pérdida del cabello.
·
Etapa latente: si no es diagnosticada ni tratada durante mucho tiempo, la
sífilis entra en una etapa latente, en la que no hay síntomas notables y la
persona infectada no puede contagiar a otras. Sin embargo, una tercera parte de
las personas que están en esta etapa empeoran y pasan a la etapa terciaria de
la sífilis.
·
Etapa terciaria (tardía): esta etapa puede causar serios problemas como,
por ejemplo, trastornos mentales, ceguera,anomalías cardíacas y trastornos neurológicos. En esta etapa, la
persona infectada ya no puede transmitir la bacteria a otras personas, pero
continúa en un periodo indefinido de deterioro.
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